Exaltación y Lágrimas

Este blog está dedicado a la Hermandad del Stmo. Cristo de la Exaltación y a Ntra. Sra. de las Lágrimas. También mostraremos una especial atención hacia sus cuadrillas de capataces, auxiliares y costaleros.

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sábado, 20 de febrero de 2010

UNA RESTAURACIÓN DE VANGUARDIA

Fuente: http://www.pasionensevilla.tv/
Escrito por José Antonio Rodríguez Sábado 20 de Febrero de 2010


La Hermandad de la Exaltación ha culminado la restauración del manto de la Virgen de las Lágrimas en un proceso largo y complejo en el que ha sido necesaria la combinación de la artesanía con la tecnología informática de última generación  


Jesús Rosado, el restaurador, contempla el manto de la Virgen de las Lágrimas colgado de los ventanales del patio de su taller astigitano. Han sido casi siete años de intenso trabajo con una pieza prodigiosa pero que, desde hacía décadas, estaba descompuesta.
El paso del tiempo había desencadenado en un profundo deterioro de la pieza que en 1919 bordada el taller de Hijo de Miguel Olmo. Sin embargo, el principal problema que presentaba era como consecuencia de una nefasta restauración – con más voluntad y cariño que acierto – que hicieron las monjas del Convento de Santa Isabel en 1966.

Éstas, no sólo cambiaron el soporte de terciopelo tradicional por un tisú azul grisáceo sino que desordenaron las piezas y el dibujo original de la prestigiosa dibujante Herminia Álvarez Udell quedó desfigurado.

Cuando la hermandad contacta con el bordador Jesús Rosado le hace llegar la petición de, no sólo restaurar las piezas que se encontraban en mal estado o sustituir el soporte por uno nuevo, sino le encomienda la compleja tarea de recuperar el diseño original perdido tras la intervención de 1966.

A todo esto, había que añadir dos inconvenientes: La plantilla original del diseño se había perdido y su alteración al ampliarse en el Convento de Santa Isabel hacía que el trabajo retrospectivo fuera, si cabe, más laborioso.

Ayuda informática

Tan compleja sería la labor, que el propio Jesús Rosado recurre al diseñador cordobés Rafael Rueda que, a través de distintos programas informáticos logra reconstruir el diseño de 1919. Un auténtico rompecabezas. En el manto “se habían movido las piezas de forma arbitraria, dejando huecos donde no debería de haber y apretando las piezas en los lugares donde no existía mas espacio”, asegura Rueda.

El trabajo de Rueda ha consistido en calcar las piezas del manto para su posterior escaneo digital. Una vez preparadas todas las piezas se fotografió el manto a tamaño real por partes, empleando más de 200 fotografías, y ejecutando, posteriormente, un montaje digital con las dimensiones exactas de las piezas. El diseñador utilizaba programas informáticos como Photoshop o Freehand que permitían avanzar en la completa tarea de recomposición.

“Todo este proceso se desarrolló a lo largo de dos años ya que fue muy laborioso – comenta Rueda-. Cada vez que surgía un problema (una pieza perdida, un grupo de piezas que no encajaban…) era como volver a empezar ya que para localizar el fallo había que repasar lo ya realizado desde el principio y corregirlo antes de continuar”.

En todo este tiempo, los viajes de Córdoba a Écija han sido constantes. Toda vez se pudo tener una reconstrucción digital del diseño original, le tocaba el turno al taller de Jesús Rosado para llevar sobre la pieza el dibujo resultante a través del programa informático.

La hermandad volvió a apostar por que fuera tisú azul grisáceo el soporte sobre el que se colocaran los bordados. Así, desde septiembre de 2007 a enero de 2010 en el taller de Rosado un nutrido grupo de mujeres han estado resanando las piezas recuperables, creando aquellas que habían desaparecido o que su estado de conservación las hacía inutilizables, encajando los bordados en base al diseño digital etc.

En efecto, se trata de la primera vez que se combina la tecnología y la tradición artesana en una restauración de estas características. Jesús Rosado, propietario del taller encargado de coordinar los trabajos reconoce que “ha sido una de las restauraciones más complejas que han pasado por aquí”.

El propio hermano mayor, Emilio Iriso, asegura que “la dificultad de los trabajos provocó que tres restauradores renunciaran al encargo”. En efecto, a pesar de haber sido una labor difícil y costosa, la hermandad ha recuperado una de las joyas del bordado de la Semana Santa.

La ciudad podrá admirar esta pieza a partir del próximo viernes, en una muestra que tendrá lugar en el Círculo Mercantil y, bajo el nombre “Exaltación: una década de patrimonio recuperado y enriquecido”, pretende acercar a los cofrades los numerosos proyectos relacionados con el patrimonio que la corporación del Jueves Santo ha llevado a cabo en los últimos tiempos.

Se puede ver el artículo completo y más fotos realizadas por nuestro hermano JJ Comas Rodríguez  pinchando aqui

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